| Por Dan Cellucci

Empacar almuerzos y priorizar el testimonio

¡Ya estamos otra vez aquí! El verano está llegando a su fin, y el mundo está alborotado con los útiles escolares, los horarios y el ajetreo familiar de septiembre. No sé tú, pero yo no estoy preparado.

Como adultos, puede parecer que toda nuestra existencia consiste en gestionar la logística. Al comenzar un nuevo año académico, recordémonos a nosotros mismos que nunca nos tomamos un descanso en nuestro papel de testigos, especialmente de las generaciones más jóvenes. Tanto si eres padre como si eres profesor o alguien que ayuda a los niños en tu parroquia, siempre estamos llamados a algo más grande que tachar los elementos de la lista de la vuelta al cole u organizar una fiesta con pizza.

Nuestros hijos nos observan, no por lo que tenemos, sino por cómo nos presentamos. ¿Parecemos estresados y dispersos, o estamos equipados para dar testimonio porque nos hemos preparado intencionadamente, tanto en lo práctico como en lo espiritual? Mi obispo siempre nos recuerda que los primeros Apóstoles no tenían mucho material ni recursos. Tenían dos cosas: un mandato y una promesa.

Lo mismo ocurre con nosotros. He aquí tres cosas que debes “empacar” junto con los almuerzos escolares para dar prioridad a tu testimonio de fe y misericordia ante los jóvenes que te buscan como guía:

Un “planificador” para tu vida de oración.

  • Da ejemplo de cómo dar prioridad a la oración este año e invita a los demás a que pasen de hacer hueco para la oración a convertirla en una prioridad, en tu rutina diaria.

Un “cuaderno” limpio para tus relaciones.

  • ¿A quién puedes ver con ojos nuevos este año, dando testimonio del poder sanador del perdón, tanto desde el lugar de dar como de recibir misericordia?

Un paquete de “tarjetas de memoria” para las verdades más importantes.

  • Esta podría ser la más literal. ¿Qué creencias y verdades profundas podrías necesitar revisar cada mañana y cada noche para mantenerte a ti mismo y a los demás con los pies en la tierra mientras la rueda de hámster de otro año académico gira como un reloj?

El nuevo curso escolar no es sólo el comienzo de otra rutina: es una nueva oportunidad para invertir en la sagrada labor de formar a la próxima generación de católicos que cambiarán el mundo.


Dan Cellucci es el CEO del Catholic Leadership Institute.

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