| Por Mary Kay McPartlin

Ácida y sabrosa

Una sopa de septiembre en honor a San Pedro Claver

San Pedro Claver fue una luz en la oscuridad para cientos de miles de seres humanos que en el siglo XVII fueron llevados de África a América. Durante sus 40 años de ministerio en Cartagena (Colombia), Pedro Claver recibió a las personas esclavizadas con medicinas y alimentos, en particular limones. Los limones y otros cítricos eran vitales tras el largo viaje a través del Atlántico, porque contrarrestaban el mortal y debilitante escorbuto, así como otras enfermedades.

La Iglesia celebra la festividad de san Pedro Claver el 9 de septiembre. Desembarcó en Cartagena en 1610 como misionero y fue ordenado allí cinco años después. Incapaz de detener la práctica de la esclavitud, Pedro Claver se dedicó a cuidar de las personas capturadas y llevadas allí a la fuerza.

Además de proporcionar lo básico de comida y bebida, el ministerio de Pedro Claver a la gente esclavizada incluía la oración, el bautismo y la administración de los sacramentos. Se cree que 300.000 almas entraron en la Iglesia durante su estancia en Cartagena.

Una de las comidas más sencillas y nutritivas que podemos ofrecer a nuestros seres queridos es una sopa sustanciosa. San Pedro Claver proporcionaba a los esclavos toda la comida sana que podía, incluida una dosis de limones frescos para dar a los cuerpos cansados un aporte extra de vitamina C. Septiembre es un mes ajetreado para las familias, ya que vuelven las clases y empiezan las actividades en serio. Prueba esta receta sencilla y deliciosa para dar a tu familia un impulso adicional de nutrición y un placer para el paladar.

Seguro que se convierte en un favorito de la familia.